Las naves 8 y 9 del Matadero de Madrid estaban dedicadas a “ Mondonguerías, Secaderos de pieles y Taller de vaciado” y a “ Mercado y matadero de aves” respectivamente.
El objeto del concurso es la correcta distribución de una serie de espacios muy heterogéneos y de funcionamiento independiente. Se prevén salas expositivas, áreas sociales multifuncionales, aulas, talleres, oficinas y otras dependencias con un alto grado de independencia y una máxima flexibilidad.
En el concurso no se admiten alteraciones en la composición de las fachadas ni modificaciones en la volumetría. Cada sede institucional deberá ser claramente identificable. Las circulaciones, tanto horizontales como verticales, muy complejas en un edificio de este tipo, se resolverán con especial cuidado.
Aunque en un principio el Plan Especial elaborado para el Matadero, permite elevar la edificabilidad en un 10%, consideramos que cualquier intervención en este sentido (construcciones bajo rasante un una franja de 12 m, volúmenes en cubierta de la nave 9 o entreplantas) debería ser mínima con el fin de no alterar la imagen de los edificios. Consideramos por el contrario de gran importancia el tratamiento de los exteriores y la urbanización

colindante, especialmente en el frente a la Plaza de Legazpi y al Puente de Andalucía.
En cuanto al interior de las naves, la fuerza visual y la rotundidad arquitectónica de las estructuras son los elementos esenciales a preservar. Si algo define la arquitectura interior de ambas naves, es precisamente su carácter de “salas hipóstilas” de gran amplitud. Se ha buscado por tanto potenciar esa imagen de amplios espacios cubiertos sostenidos por un sinnúmero de columnas entre las cuales se encajan los diversos volúmenes institucionales.
El punto de partida ha sido no alterar bajo ningún concepto la volumetría ni la estética exterior de las naves. Consideramos la superficie existente suficiente para albergar los usos y las necesidades exigidas y salvo determinadas instalaciones y su conexión a los equipamientos del conjunto Matadero Madrid, se evitará albergar dependencias bajo rasante en las zonas establecidas a tal fin.
Una vez centrada la intervención en el interior de ambas naves, nuestro objetivo ha sido poner de relieve la fuerza visual del sistema estructural. Como ya se ha comentado, el gran número de pilares y su equilibrado ritmo son sin duda la imagen más destacada del conjunto.